Se acaba 2014 y con él un
año difícil para mucha gente, un año de injusticias y de miseria, de impotencia,
de vergüenza y sinvergüenzas. Pero también, no hay que olvidarlo, un año de
resistencia, de batallas ganadas y de ilusión por el futuro. No necesitamos un
cambio de temporada, necesitamos un cambio de gobierno y de sistema, tomar
conciencia de nuestra responsabilidad para cambiar el mundo.
Para mí este ha sido un
año de decisiones importantes, de dar un paso más en mi compromiso con mis vecinas y vecinos y con mi ciudad y, puestos a pedir, yo también tengo una lista de
deseos para el 2015. No espero que me los traiga el destino, mis deseos para el
próximo año son una lista de objetivos por los que merece la pena jugársela.
Mi primer deseo es que
nadie pase hambre, que la solidaridad sustituya a la caridad, que todas las personas
tengan una vida digna. Quiero que nunca más las fuerzas de seguridad ejecuten
la voluntad del poder económico y dejen a la gente sin casa, y a las casas sin
gente. Quiero que los que le roban al pueblo los medios y la dignidad asuman
las consecuencias y que nunca más nuestra ciudad esté gobernada por alguien que
no lo merece.
Quiero que todos los
barrios sean el centro de la ciudad y que la policía nos guarde en vez de ser
un símbolo de represión. Quiero parques y espacios verdes y limpios, donde los niños y niñas puedan jugar, bibliotecas municipales que sean puntos de encuentro y
cultura accesible para todos los públicos. Quiero que las asociaciones, y las
plataformas cuenten, que las decisiones que nos afectan como sociedad las tomemos
entre todos y todas, que la clase política gestione la voluntad popular y que el funcionariado del ayuntamiento participe de nuestra ilusión y del cambio,
porque con su experiencia y su trabajo será mucho más fácil construir una
ciudad más justa y mejor.
Y una cosa más…quiero que mi hija, que ha tenido que marcharse de España para poder trabajar, vuelva a casa, que como ella toda la juventud en la que hemos invertido nuestros recursos y nuestra ilusión, pueda desarrollarse profesionalmente sin tener que recurrir al exilio. Quiero que los valencianos y las valencianas recuperemos nuestra ciudad y volvamos a construirla más justa, más libre y más nuestra.
Feliz 2015
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